martes, 11 de agosto de 2009

CAMPAÑA...

El sol naciendo solo anuncia otro día mas de pesadilla, saturando el rojo que tiñe el suelo de la extensa estepa; montañas de cuerpos inertes se alzan cual termiteros; la temperatura aumenta calentando nuestros rostros; la luz hace visible al enemigo, banderas enemigas que se despliegan como un océano de textiles de colores ajenos a nuestros ojos.
Un sonar de cascos se aproxima a nuestra trinchera, el vigía ajusta su casco y mira el horizonte, un equino se aproxima ingenuamente con un mensaje de muerte, amarrada a su cadera una soga sujeta y arrastra a un compañero caído que recorre por última vez el campo de batalla.
- una visión un tanto desagradable- menciono uno
- desagradable-menciona otro; - es cruda- pero nadie selecciona lo que desea ver en un campo de batalla-
Una saeta recorre el cielo, marcando el dominio enemigo, esa línea imaginaria que nos desafía a no acercarnos, esa línea que nos separa de ver de nuevo a quien amamos, o de ser parte de la dieta de los buitres.

Y es cuando la orden se grita a los 4 vientos; es hora de movilizarse, a pie, sobre bestias, en carros, en arietes con el corazón y la mente en alto es cuando el verdadero día se inicia, es cuando el halcón aliado marca la salida, el ultimo rugido sale del cuerpo alzado hasta el infinito; que se pierda en el espacio y llegue hacia los que amamos, que el universo nos guarde un espacio como estrellas, para que en batallas futuras alimentemos la bravura de los nuevos que; cuando miren al cielo recuerden , el sonido de las viejas armas que les dieron vida, y que ahora los acompañan para incrementar fuerzas en infinitas batallas.

Es el momento en que te despliegas y el sonido de los tambores marca tu corazón, y tus movimientos, es cuando miles de imágenes recorren tu mente y te acompañan por sabe Dios cuanto tiempo. Y ahí esta; frente a ti, aquel que sueña con arrebatarte lo mas preciado, aquel que te teme , que te odia, que sueña con regresar a su hogar, que añora una caricia de su hijo. T u mirada se cruza con la de el, giran como peces en batalla, como lobos peleando la vida, el mundo se detiene ; y se reduce a 2 seres que comparten sueños y derrotas, que buscan salir vivos, que necesitan el certero golpe para quitar la pausa que les ahoga la garganta y que agita su respiración.

Se alzan las espadas, el roce del hierro libera estrellas cegadoras, como una danza de muerte los cuerpos se expresan para ofender al otro, un tercero llega a la escena, el tiempo se detiene mas lento; tu mente esta detrás de ellos, tu cuerpo espera con cautela, el primero en probar tu arma viene por tu costado , un giro tuyo con el viento, marca el fin de su vida mientras su cara se marca por la hoja de tu espada, el otro te vigila, como zorra acechando su presa, el movimiento de sus pies es un compás indescifrable que pude dar fin a tu aliento; un paso mal dado y puede ser el final de una historia, te acercas con cautela , levantas la mirada, penetras su alma con visión de flecha, destruyes su corazón con una mueca, corres hacia el, te inclinas para dar paso al hermano viento que este día te acompaña por ultima vez; el te espera cual red al pez, sus espadas se ven las caras, tus ojos rozan su costado, antes de que una cortina roja se despliegue sobre estos; tu mano limpia tu rostro , ahora tienes lo que buscabas, sigues adelante; no volteas a ver aquel que dio su vida por un ideal, pero lo recordaras por siempre, … es hora de seguir adelante y toparte de nuevo con unos tatos miles que esperan también recordar tu rostro o que tu recuerdes el de ellos… sabes bien que este día apenas comienza y solo pides por que termine…


2 comentarios:

Hoke The Warrior of the Light dijo...

como siempre, escribes muy bien!!!
pero en este momento solo lo siento asi, un buen escrito, un poco vacio, no tiene la profundidad de otros escritos tuyos, algo bueno para desarrollar tu capacidad narrativa!!!

Alikhandra dijo...

xD como siempre estoy econtra del de arriba ...

para mi si hubo profundidad ...

tal vez por que estoy ligada a esos temas y mi mente vuela