De nuevo empezando un camino, un ciclo que se cierra…andares y venires sin fin; círculos sin fronteras y planos amorfos, líneas cuervas y curvas rectas, espirales mágicos, humo, pipas y cuentos de fogatas.
Y estamos de regreso…un año que se fue; el año de las pruebas, de inventares saturados por ideales espaciales, el año del amor que vino y se fue a las estrellas, el año del guerrero de luz, de las meditaciones del desierto y de las aventuras del bosque.
Un año que cierra lo bello de la vida con tristezas imborrables, amigos eternos e historias de ardillas huicholes.
El recuento de los daños es alto, pérdidas monetarias, corazones rotos, almas destrozadas…más aun lo obtenido en el trueque de la vida vale la pena tomarlo por varias razones.
Un alma con luz, un corazón invencible, un guerrero estelar, un pensamiento bizarro espiritual, un nuevo comienzo, un nuevo yo.
Tal vez y no es lo mejor que he plasmado más aun si había abandonado la escritura fue por razones de ocio y de vida…¿motivaciones? Tal vez…más aún mi motivación diaria ahí está, siempre. En aquella sonrisa, aquel apretón de manos, en el despertar, en el cielo, en los aromas.
Y ahí vamos de nuevo con historias locas, inspiraciones alzadas y tazas de té caliente.
Ahí vamos de nuevo con la mirada al cielo, el corazón en las estrellas y el alma al infinito.
…“El mundo exterior es únicamente una manifestación de la mente en si misma… la mente lo capta como un mundo exterior simplemente por su costumbre de seleccionar y de razonar falsamente.
El discípulo debe hacerse el habito de observar la verdadera esencia de las cosas…"
Buda
No hay comentarios:
Publicar un comentario